Soledad (Sustantivo)
Soledad (sustantivo ) Hacía doce años que no se veían. El no verse, el cerrar los ojos frente a la posibilidad de un nuevo encuentro, de asimilar el correr del tiempo, le atemorizaba tanto, o más, que la muerte. En su altillo tenía muchos recordatorios de esos tiempos, de esa lucidez juvenil, temía también, aunque no se lo hubiese comentado a nadie exceptuando a su cuarto, vacío, en alguna noche de nostalgia, que al subir las escaleras para penetrar en ese castillo de la memoria se diese cuenta de pequeños detalles dolorosos. Decidió escalar los peldaños. De una cosa estaba segura, se dijo, y era de que el tiempo todo lo cura (o casi todo). La escalera tenía veinte escalones, o por lo menos era lo que ella había contado en otras ocasiones, cuando no estaba temerosa de llegar a esa maldita habitación, cuando su concentración no temblaba como todo su cuerpo. Cuando no miraba de frente a la realidad. Levantó el pie, el derecho, y pisó fuerte el primer rectángulo de cemento. Pisó com